Desórdenes Vestibulares
El sistema vestibular es la parte
del oído interno y el cerebro que ayuda a controlar el equilibrio y los
movimientos del ojo. Cuando el oído interno y el cerebro han sido afectados por
una enfermedad o un accidente, se pueden presentar desórdenes vestibulares.
Los desórdenes diagnosticados más
comunmente incluyen vértigo posicional (también referido como BPPV, BPPN, o
BPV), el mal de Ménière, infecciones del oído interno (llamadas laberintitis o
neuronititis vestibular), daños causados por golpes en la cabeza (llamado
síndrome de concusión de oído interno), hidropes endolinfáticos, y fístula
perilinfática.
Otros desórdenes más raros
incluyen tumores que crecen lentamente en el nervio vestibular (llamados
neuromas acústicos) y desórdenes vestibulares asociados con desórdenes
alérgicas o autoimunidad.
Síntomas
Los síntomas reportados más
frecuentemente con los desórdenes vestibulares son: mareo, inseguridad o falta
de equilibrio al caminar, vértigo, y náusea. Estos síntomas pueden ser muy
leves, durando unos minutos, o pueden ser bastante severos, resultando en una
incapacidad completa.
Debido a que el sistema
vestibular se influye mutuamente con muchas otras partes del sistema nervioso,
algunos síntomas se pueden confundir como si fuesen problemas con la visión,
los músculos, el pensamiento, y la memoria.
Además, la gente con desórdenes
vestibulares puede sufrir de dolor de cabeza y dolores musculares en el cuello
y la espalda, una tendencia mayor a sufrir de mareo, y una sensibilidad mayor
al ruido y a las luces fuertes. Los pacientes con desórdenes vestibulares
suelen quejarse de cansancio, pérdida de fuerza y falta de concentración.
Dificultades con la lectura y el
habla pueden ocurrir durante estos tiempos de cansancio. Cuando estos síntomas
son constantes y debilitantes, pueden ser acompañados por irritabilidad,
pérdida de auto-estima, y/o depresión.
Estadísticas
Los desórdenes vestibulares
ocurren frecuentemente y pueden afectar a gente de cualquier edad y cualquier
ocupación. Según los estudios de los Institutos Nacionales de Salud, 90
millones de Desórdenes Vestibulares norteamericanos (42% de la población)
visitarán al doctor quejándose de mareo por lo menos una vez en su vida.
Para millones de estas personas,
la causa del problema se ubicará en el oído interno. En 1988 un estudio
nacional de salud médica ambulatoria encontró que 5,267,000 norteamericanos
solicitaron ayuda médica a causa de mareos.
Aproximadamente medio millón de
estos pacientes se sentían incapacitados severamente por sus síntomas. En
términos de gastos médicos y la pérdida de productividad, el costo a la
sociedad a causa de los desórdenes auditivos se desconoce.
Causas
Los traumas en la cabeza,
síndrome de latigazo son las causas más frequentes de desórdenes vestibulares
en la gente menor de 50 años. Las infecciones del oído como la otitis media y
la inflamación del oído interno (laberintitis) también pueden causar daño a las
estructuras vestibulares y auditivas del oído interno.
Algunos viruses pueden causar
desórdenes vestibulares. Las dosis fuertes o el uso de ciertos antibióticos a
largo plazo también pueden causar daño permanente al oído interno. Otras
drogas, como la aspirina, la cafeína, el alcohol, la nicotina, los sedativos, y
los tranquilizantes, como también las drogas ilegales, pueden causar mareo
temporal pero no causan daño permanente en el sistema vestibular.
La disminución o el bloqueo de la
corriente de sangre al oído interno (como en el caso de un ataque de apoplejía)
también puede dañar el sistema vestibular. Raramente, un tumor que crece
lentamente en los nervios que conectan el oído interno con el cerebro (un
neuroma acústico) puede interferir con la función normal del sistema
vestibular.Finalmente, las causas de algunos desórdenes vestibulares continúan
siendo un misterio.
Diagnosis
Algunas pruebas desarrolladas
desde 1984 han permitido a los médicos diagnosticar desórdenes vestibulares que
no se podían documentar previamente. Las técnicas modernas de diagnóstico de
desórdenes vestibulares consisten de una combinación de pruebas y una historia
cuidadosa del problema.
Primero, se necesita hacer un
examen físico completo para eliminar otras causas de mareo, como los desórdenes
cardiovasculares o los desórdenes del sistema nervioso central. Luego, al
paciente se le debe referir a un especialista (un otorrinolaringólogo o
neurólogo) para hacerle pruebas vestibulares. Debido a que el sistema
vestibular está muy cerca del aparato auditivo, las pruebas vestibulares
incluyen pruebas de audición. Los movimientos del ojo suelen presentar
manifestaciones del problema.
Para registrar los movimientos
del ojo, los médicos usan una técnica llamada electronistagmografía (ENG). En
la prueba de ENG, los electrodos están colocados alrededor de los ojos para
registrar el movimiento eléctrico de los ojos. El paciente se coloca en
diferentes situaciones para producir movimientos de los ojos de distintos
tipos. Los movimientos están registrados en la máquina y el médico puede
decidir si los movimientos son normales o anormales.
El equilibrio es un componente
esencial del funcionamiento vestibular. Durante la prueba de equilibrio, se les
puede pedir a los pacientes que se paren en unas plataformas especiales que
registran el movimiento del cuerpo. Este tipo de prueba se le llama
posturografía de plataforma movible.
Tratamiento
El tratamiento para los
desórdenes vestibulares varían según la diagnósis. Lo que funciona en un caso
podría empeorar otro. En los casos menos severos, los síntomas pueden
desaparecer por su cuenta mientras el aparato vestibular se recupera, o, a
veces el sistema nervioso aprende a compensar el desórden.
En casos donde persisten los
síntomas, algunos pacientes se curan completamente. Sin embargo, en otros casos
persistentes, los síntomas se pueden controlar con tratamientos pero no
eliminar completamente. Los tratamientos pueden consistir de drogas, dietas,
terapía física, o en los casos severos, cirugía.
Fuente: vestibular.org