miércoles, 26 de diciembre de 2018

Desórdenes Vestibulares


Desórdenes Vestibulares


El sistema vestibular es la parte del oído interno y el cerebro que ayuda a controlar el equilibrio y los movimientos del ojo. Cuando el oído interno y el cerebro han sido afectados por una enfermedad o un accidente, se pueden presentar desórdenes vestibulares.
Los desórdenes diagnosticados más comunmente incluyen vértigo posicional (también referido como BPPV, BPPN, o BPV), el mal de Ménière, infecciones del oído interno (llamadas laberintitis o neuronititis vestibular), daños causados por golpes en la cabeza (llamado síndrome de concusión de oído interno), hidropes endolinfáticos, y fístula perilinfática.
Otros desórdenes más raros incluyen tumores que crecen lentamente en el nervio vestibular (llamados neuromas acústicos) y desórdenes vestibulares asociados con desórdenes alérgicas o autoimunidad.
Síntomas
Los síntomas reportados más frecuentemente con los desórdenes vestibulares son: mareo, inseguridad o falta de equilibrio al caminar, vértigo, y náusea. Estos síntomas pueden ser muy leves, durando unos minutos, o pueden ser bastante severos, resultando en una incapacidad completa.
Debido a que el sistema vestibular se influye mutuamente con muchas otras partes del sistema nervioso, algunos síntomas se pueden confundir como si fuesen problemas con la visión, los músculos, el pensamiento, y la memoria.
Además, la gente con desórdenes vestibulares puede sufrir de dolor de cabeza y dolores musculares en el cuello y la espalda, una tendencia mayor a sufrir de mareo, y una sensibilidad mayor al ruido y a las luces fuertes. Los pacientes con desórdenes vestibulares suelen quejarse de cansancio, pérdida de fuerza y falta de concentración.
Dificultades con la lectura y el habla pueden ocurrir durante estos tiempos de cansancio. Cuando estos síntomas son constantes y debilitantes, pueden ser acompañados por irritabilidad, pérdida de auto-estima, y/o depresión.
Estadísticas
Los desórdenes vestibulares ocurren frecuentemente y pueden afectar a gente de cualquier edad y cualquier ocupación. Según los estudios de los Institutos Nacionales de Salud, 90 millones de Desórdenes Vestibulares norteamericanos (42% de la población) visitarán al doctor quejándose de mareo por lo menos una vez en su vida.
Para millones de estas personas, la causa del problema se ubicará en el oído interno. En 1988 un estudio nacional de salud médica ambulatoria encontró que 5,267,000 norteamericanos solicitaron ayuda médica a causa de mareos.
Aproximadamente medio millón de estos pacientes se sentían incapacitados severamente por sus síntomas. En términos de gastos médicos y la pérdida de productividad, el costo a la sociedad a causa de los desórdenes auditivos se desconoce.

Causas
Los traumas en la cabeza, síndrome de latigazo son las causas más frequentes de desórdenes vestibulares en la gente menor de 50 años. Las infecciones del oído como la otitis media y la inflamación del oído interno (laberintitis) también pueden causar daño a las estructuras vestibulares y auditivas del oído interno.
Algunos viruses pueden causar desórdenes vestibulares. Las dosis fuertes o el uso de ciertos antibióticos a largo plazo también pueden causar daño permanente al oído interno. Otras drogas, como la aspirina, la cafeína, el alcohol, la nicotina, los sedativos, y los tranquilizantes, como también las drogas ilegales, pueden causar mareo temporal pero no causan daño permanente en el sistema vestibular.
La disminución o el bloqueo de la corriente de sangre al oído interno (como en el caso de un ataque de apoplejía) también puede dañar el sistema vestibular. Raramente, un tumor que crece lentamente en los nervios que conectan el oído interno con el cerebro (un neuroma acústico) puede interferir con la función normal del sistema vestibular.Finalmente, las causas de algunos desórdenes vestibulares continúan siendo un misterio.
Diagnosis
Algunas pruebas desarrolladas desde 1984 han permitido a los médicos diagnosticar desórdenes vestibulares que no se podían documentar previamente. Las técnicas modernas de diagnóstico de desórdenes vestibulares consisten de una combinación de pruebas y una historia cuidadosa del problema.
Primero, se necesita hacer un examen físico completo para eliminar otras causas de mareo, como los desórdenes cardiovasculares o los desórdenes del sistema nervioso central. Luego, al paciente se le debe referir a un especialista (un otorrinolaringólogo o neurólogo) para hacerle pruebas vestibulares. Debido a que el sistema vestibular está muy cerca del aparato auditivo, las pruebas vestibulares incluyen pruebas de audición. Los movimientos del ojo suelen presentar manifestaciones del problema.
Para registrar los movimientos del ojo, los médicos usan una técnica llamada electronistagmografía (ENG). En la prueba de ENG, los electrodos están colocados alrededor de los ojos para registrar el movimiento eléctrico de los ojos. El paciente se coloca en diferentes situaciones para producir movimientos de los ojos de distintos tipos. Los movimientos están registrados en la máquina y el médico puede decidir si los movimientos son normales o anormales.
El equilibrio es un componente esencial del funcionamiento vestibular. Durante la prueba de equilibrio, se les puede pedir a los pacientes que se paren en unas plataformas especiales que registran el movimiento del cuerpo. Este tipo de prueba se le llama posturografía de plataforma movible.
Tratamiento
El tratamiento para los desórdenes vestibulares varían según la diagnósis. Lo que funciona en un caso podría empeorar otro. En los casos menos severos, los síntomas pueden desaparecer por su cuenta mientras el aparato vestibular se recupera, o, a veces el sistema nervioso aprende a compensar el desórden.
En casos donde persisten los síntomas, algunos pacientes se curan completamente. Sin embargo, en otros casos persistentes, los síntomas se pueden controlar con tratamientos pero no eliminar completamente. Los tratamientos pueden consistir de drogas, dietas, terapía física, o en los casos severos, cirugía.

Fuente: vestibular.org

sábado, 1 de diciembre de 2018

Importantes recomendaciones para evitar pérdida de audición y tinnitus









“Aló, aló, ¿me puede hablar más fuerte por favor?”. Si cada vez que contesta una llamada usted repite esta frase con angustia y ceño fruncido, es muy probable que esté experimentando una pérdida auditiva.


Aunque tienden a ser las personas mayores las que presentan más problemas para escuchar, cada vez es más alto el número de personas jóvenes con este problema, generalmente por los abusos que se comenten con el sentido de la audición.




Algunas de las causas que generan perdida de audición con la edad son los cambios en el organismo debido al envejecimiento (presbiacusia), las enfermedades autoinmunes, los efectos tóxicos sobre el oído de algunos antibióticos (por ejemplo: gentamicina) y los tratamientos en contra de la tuberculosis o quimio y radioterapia. 



Sin embargo, son algunos hábitos como el tabaquismo y la exposición excesiva a ruidos fuertes (contaminación sonora), los que pueden ocasionar mayores daños. 



Es importante detectar las primeras alertas sobre alguna irregularidad y conocer las soluciones auditivas. Generalmente lo primero que ocurre es la pérdida de los sonidos agudos, como el canto de los pájaros o los silbidos. Otras veces, progresa y afecta tanto los sonidos agudos como los graves.



Muchas personas consideran que al ser un síntoma “normal” de la edad, no necesitan consultar a un médico; sin embargo, una buena salud auditiva se representa en una óptima calidad de vida, más independiente y practica aún en la época de la vejez. 



La enfermedad de los músicos 


El 22 de noviembre se celebra el Día Internacional del Músico, una de las profesiones más aplaudidas pero más riesgosas para la salud auditivaSegún la Organización Mundial de la Salud, OMS, el 20 % de la población en el mundo padece de tinnitus, un molesto sonido agudo e incesante en los oídos y la cabeza que si no es atendido a tiempo puede generar una pérdida auditiva más grave. Sorprendentemente, los músicos son altamente propensos a sufrir esta enfermedad.



Según revela un estudio publicado en la revista de salud ‘Occupational and Environmental Medicine’, los músicos profesionales son 57 % más propensos a desarrollar tinnitus y tienen casi cuatro veces más probabilidades de desarrollar pérdida de audición inducida por el ruido, en comparación con el público en general.



Luis Miguel, Pete Townshend, Phil Collins, Neil Young, Ozzy Osbourne, Ryan Adams, Foxy Brown, Will i Am, entre otros, son algunos músicos que han hecho público que sufren de alguna pérdida auditiva.


¿En qué consiste el tinnitus? 

Son esos ruidos o zumbidos en los oídos que solo los escucha la persona que los padecey no provienen de una fuente sonora externa. Puede ocurrir en uno o ambos oídos y tienden a ser más notorios en los ambientes silenciosos. 



¿Cuáles son sus síntomas? 

No es una enfermedad, es el síntoma de un problema, y hay que encontrar los factores causales de esos zumbidos para tratar desde la base lo que los esté provocando. 



¿Quiénes son más propensos a padecerla? 

Como muchas veces la pérdida auditiva coexiste con el tinnitus, las personas con exposición a ruido o sonidos fuertes son más propensas a padecerlo y hay que tener en cuenta que estamos en una época de escuchar música con auriculares grandes y con un volumen alto, por lo cual se espera que los hoy adolescentes tengan más riesgo de padecer de tinnitus en un futuro. 



Como el tinnitus puede ser causado por varios factores, encontrar la causa es el primer paso para decidir el tratamiento para cada persona en particular. Desde un poco de cera en el oído, infecciones de oído, contracturas en columna cervical, problemas vasculares o exposiciones a ruido, son entre muchos algunos factores causales de esos molestos zumbidos.


¿Cómo se trata? 

Primero hay que conocer la causa que lo está provocando. Cuando el tinnitus no desaparece se puede recurrir a otros métodos como relajación, audífonos, enmascaradores de tinnitus, e incluso el implante coclear en casos severos de tinnitus y que coexiste con pérdida profunda de la audición. 

Los resultados han demostrado que la severidad se reduce significativamente después de la implantación coclear, y que ésta reducción se mantiene a largo plazo usando el dispositivo. 


Abusos con el oído audífonos, el peor enemigo 
El uso excesivo de música con audífonos a un volumen que sobrepasa el límite de decibeles (85) permitido, puede generar daños irreversibles en los oídos. Aunque los problemas se presentan a cualquier edad, los niños y jóvenes son los más afectados actualmente. 



Prevención 

Los expertos recomiendan pasar una revisión auditiva cada año, aunque se crea no tener ningún problema, y especialmente a partir de los 50 años de edad. Cualquier pequeño signo de pérdida de audición detectado a tiempo puede ayudar a evitar, o al menos a frenar, algunos procesos de deterioro de la capacidad auditiva



Una revisión auditiva permite evaluar la capacidad de audición de una persona en tan sólo unos minutos. Se trata de una prueba sencilla e indolora que se lleva a cabo en la consulta del especialista o en un centro auditivo, en una cabina insonorizada diseñada para efectuar diferentes análisis auditivos sin la interferencia de otros sonidos o ruidos externos.



Cambie sus hábitos 

Si escucha música con auriculares y al retirarlos siente una especie de silbido, significa que los ha utilizado demasiado tiempo. Déjelos de usar al menos por media hora tres veces en el día para que los tímpanos puedan descansar. Al conducir asegúrese de no tener la ventana totalmente abajo porque la fuerte circulación del aire puede producirle zumbidos que a la vez generan inflamación. 



No presione el auricular del teléfono contra la oreja porque puede causar adormecimiento. Si tiene conversaciones largas es mejor pasar el teléfono de una oreja a otra. El uso de protectores auditivos a medida minimiza los efectos adversos que puede causar el ruido. Se recomienda también su uso en piscinas ya que disminuye el nivel de humedad provocado por el contacto con el agua que puede generar una otitis. 

La norma 60/60, resulta clave: ni más del 60 % del volumen, ni más de 60 minutos de conexión a los aparatos de sonido. 

Fuente: elpais.com.co