Acaban de pasar las fiestas más ruidosas del
año y el ruido es uno de los principales problemas que, aunque no lo vemos lo
tenemos en épocas navideñas y fin de año, los más pequeños no saben aún que es
la salud auditiva, cuanto más ruidosos sean los juguetes para ellos mejor.
Entre los potenciales peligros figuran coches con sirena, muñecos que bailan
que tienen música estridente, armas sonoras o instrumentos musicales.
Esxisten juguetes que pueden afectar la
audición de los niños si estos superan los 80 decibelios (dB).
La asociación estadounidense Sight and Hearing
elabora todos los años su famosa lista de juguetes más ruidosos. Todos ellos
superan los 100 dB cuando se colocan junto al oído.
Está comprobado que la pérdida de audición por
ruido se acumula gradualmente a lo largo de los años. Los efectos no son
inmediatos, pero sí irreversibles, se recomienda comprobar el sonido que emite
el juguete antes de comprarlo. Se puede medir el nivel con aplicaciones móviles
como los sonómetros. A la hora de elegir, mejor que tenga controles de volumen
o interruptores de encendido y apagado. Luego, ya en casa, se debe evitar que
los niños se acerquen los juguetes a los oídos. Otra manera de testar la
amenaza es que si el sonido es muy fuerte para el adulto evidentemente también
lo será para el niño.
Cuando no se puede limitar o controlar el
volumen, existe un truco para reducir el nivel de sonido que consiste en
colocar una cinta de esparadrapo sobre el altavoz.
Fuente: .audioprotesistas.org