ESTIMULACIÓN CEREBRAL DE LOS
APARATOS AUDITIVOS
Un aparato auditivo sirve para
algo más que para poder oír. Sirve también para que el cerebro recuerde los
sonidos que no se pueden oír sin el aparato auditivo.
La mayoría de las veces, la
pérdida de audición aparece sin avisar. De repente un día, uno se da cuenta de
que ya no escucha el ronroneo del refrigerador ni el cantar de los pájaros.
Suele pasar una media de 10 años
para que la persona con pérdida de audición haga finalmente algo al respecto.
Muchas personas simplemente esperan que el problema auditivo desparezca. Esto
raramente ocurre.
La pérdida de audición sin tratar
afecta a la calidad de vida, pero también afecta a la capacidad del cerebro de
recordar los sonidos cotidianos, ya que los “canales auditivos” ya no funcionan
con eficacia.
Cuando los nervios auditivos
pierden su función y ya no conducen las señales sonoras al cerebro, el cerebro
“olvida” con el tiempo los sonidos y parece incapaz de comprenderlos.
Una vez que comienza la pérdida
de audición, el centro auditivo del cerebro almacena los sonidos y los ruidos
durante unos tres años. Sin embargo, a los siete años la memoria se hace cada
vez más débil.
Por tanto, es importante
realizarse una prueba auditiva y ajustarse los aparatos auditivos cuando se
nota que se está perdiendo audición. Una vez que se coloca el aparato, se
reanuda el proceso auditivo proporcionando las señales al cerebro.
Si el ajuste de los aparatos
auditivos se retrasa demasiado, puede que ni siquiera el aparato auditivo sea
capaz de transformar las señales sonoras que se reciben en información
comprensible para el cerebro. Esto significa que el cerebro ya no reconoce los
sonidos y ruidos cotidianos, como por ejemplo, el ronroneo de la nevera o de la
computadora . El cerebro debe aprender a oír todo de nuevo.
Si tiene duda acerca de su
capacidad auditiva, acuda con el especialista.
Fuente: diversidadauditiva
Fuente: diversidadauditiva