El tabaquismo pasivo muy relacionado con la pérdida auditiva
en adolescentes
Se sospecha que además de los
problemas pulmonares, existen numerosos problemas de salud relacionados con el
tabaquismo pasivo. Los niños que están expuestos al tabaquismo pasivo corren el
riesgo de desarrollar una variedad de problemas de salud.
Por un lado, se encuentran las
infecciones respiratorias y problemas de conducta, y por otro, se incluyen
también las infecciones agudas de oído (otitis media) que pueden aumentar el
riesgo de padecer una pérdida de audición durante la adolescencia.
Así, los bebés de madres que han
sido fumadoras pasivas durante el embarazo, en particular, tienen un alto
riesgo de nacer con bajo peso. Asimismo, los niños expuestos al humo del tabaco
tienen un riesgo mayor de desarrollar infecciones de oído medio recurrentes.
Uno de los autores del estudio
afirma: “En potencia, el tabaquismo pasivo también puede tener un impacto en el
desarrollo del sistema auditivo, y provocar una pérdida de audición
neurosensorial”.
Los investigadores del estudio
descubrieron que el riesgo de padecer una pérdida de audición entre los participantes
expuestos al humo del tabaco era 1,5 veces mayor que en el grupo no expuesto.
El estudio
En el estudio realizado por el
Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York participaron 1.533
adolescentes estadounidenses de 12 a 19 años. Los participantes contestaron una
encuesta sobre su estado de salud general y el historial médico familiar, su
exposición al tabaquismo pasivo y su salud auditiva. Se realizaron pruebas de
audición a los adolescentes además del test de cotinina, compuesto que deriva
de la nicotina.
Los investigadores detectaron que
tener altos niveles de cotinina en sangre implicaba un índice mayor de pérdida
de audición en bajas y altas frecuencias. Más aún, el estudio puso de
manifiesto que más del 80% de los adolescentes que sufrían pérdida de audición
no se habían dado cuenta de que tenían una discapacidad auditiva.
Las causas
En este tipo de pérdidas
auditivas, los cambios patológicos que se producen en los nervios auditivos y
el oído interno hacen que las señales acústicas se trasmitan de forma
incorrecta. Los investigadores del estudio recomiendan que se haga un seguimiento
a los adolescentes expuestos al tabaco de forma pasiva para detectar una
posible discapacidad auditiva.
Además, sería aconsejable educar
a los adolescentes acerca de los factores de riesgo que propician la pérdida de
audición, como la contaminación acústica y el tabaquismo pasivo.
Fuente: www.hear-it.org
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