jueves, 5 de septiembre de 2019

Bullying en estudiantes con discapacidad auditiva


La escuela debería ser siempre un espacio en el que sentirse seguro. Sin embargo, para muchos niños, se ha convertido en la fuente de un tipo de violencia del que son víctimas y que ejercen sus propios compañeros.

¿Qué es el bullying?

Bullying es una palabra del inglés que se puede traducir como “acoso, intimidación u hostigamiento escolar” y se refiere al maltrato psicológico, verbal o físico sostenido en el tiempo, producido entre niños y adolescentes dentro del ámbito educativo. El objetivo principal es el de someter y asustar a las víctimas, que por lo general se diferencian de sus compañeros por diversos motivos, y que tienen dificultades para defenderse o se muestran sumisos debido a baja autoestima o inseguridad.





Bullying en estudiantes con discapacidad auditiva

Si bien el bullying es un fenómeno común en todo tipo de escuelas, muy pocos estudios lo han abordado en alumnos con pérdida de audición.

Una investigación realizada recientemente en la Universidad de Texas, Dallas, y publicada en la revista “Exceptional Children” de febrero y abril 2018, indica que los niños y adolescentes con pérdida de audición experimentan tasas de bullying entre compañeros más altas que sus pares con audición normal.

En el estudio se realizó una encuesta online a 87 niños y adolescentes de entre 7 y 18 años, usuarios de implantes cocleares o audífonos, que se comunicaban oralmente y participaban de la educación general.

Los resultados evidenciaron que en adolescentes con deficiencia auditiva había una incidencia significativamente mayor de bullying en comparación con la población general (50% vs. 28%), en particular en cuanto a la exclusión de las actividades sociales (26.3% vs. 4.7%) y la coerción (17.5% vs. 3.6%). En niños hipoacúsicos menores de 12 años, las tasas de acoso fueron más bajas (38.7%) que los adolescentes con deficiencia auditiva, pero las tasas no difieren de modo significativo.

Aproximadamente el 45% de los encuestados refirió desconocer el por qué del acoso, el 20% consideró que se debía a la pérdida auditiva o al implante coclear, y el 20% dijo que era por cómo ellos se veían y/o actuaban.

La Dra. Andrea Warner-Czyz quien lideró la investigación, dijo: “los problemas con los compañeros podrían reflejar dificultades de comunicación relacionadas con las habilidades auditivas. Los estudiantes con pérdida de audición a veces fallan en juegos con palabras, o se pierden cuando se dice algo en voz baja o en un lugar ruidoso. Y eso puede hacer que se sientan marginados o que se vean excluidos”.

 Y la experta agregó: «Las amistades son importantes para la mayoría de los jóvenes, pero muy especialmente para los niños con pérdida auditiva. Es fundamental todo lo que los padres puedan hacer para facilitar la interacción social y la amistad, y permitirles que aprendan a ser amigos y a distinguir la verdadera amistad con el simple conocimiento de una persona”.

 Esta investigación es parte de un estudio más amplio que explora la calidad de vida en niños y adolescentes con implantes cocleares. Una investigación futura profundizará en los motivos de las diferencias en la calidad de la amistad y el bullying entre pares en niños y adolescentes con deficiencia auditiva, con el fin de guiar la intervención terapéutica adecuada y contribuir a programas efectivos anti-bullying dirigidos a niños con necesidades especiales.

¿Cómo prevenir el bullying?

Los padres, el personal educativo y otros adultos de la comunidad pueden ayudar a los niños a prevenir el acoso escolar hablando de ello, creando un entorno escolar seguro y desarrollando programas de prevención.

En diálogo con el sitio ConBienestar, en ocasión del “Día Mundial contra el Bullying” conmemorado el 3 de mayo pasado, la Lic. en Ciencias de la Educación María Victoria Masiuk manifestó que “una alternativa para prevenir el bullying es trabajar en la aceptación de la diversidad, que trasciende la organización escolar y apunta a la sociedad. Hay que comprender que todos somos iguales en nuestro ‘ser diferentes’ y que cada uno tiene algo para aportar».

Convivir civilizadamente es aprender a reconocer al otro y aceptarlo con sus diferencias.

Es responsabilidad conjunta de la comunidad educativa, los padres, los compañeros y la sociedad en general evitar que el acoso escolar siga existiendo.



Fuente:

 UTD News Center (The University of Texas at Dallas) – 16/04/18


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