lunes, 29 de octubre de 2018

Auriculares de botón mas perjudiciales para la audición


Auriculares de botón mas perjudiciales para la audición que los cascos





Investigadores del Laboratorio Eaton Peabody de la Escuela de Medicina de Harvard, en Estados Unidos, han descubierto que se puede perder hasta un 90% de las fibras nerviosas de la cóclea sin que se pierda la capacidad de detectar los sonidos en entornos silenciosos, sin embargo, si existe ruido de fondo, la capacidad auditiva disminuye considerablemente.


Es decir, las células ciliadas del oído interno pueden estar perfectamente sanas, pero la audición merma porque se ha producido un daño en la sinapsis o impulso nervioso neuronal.

Pérdida de audición oculta

Durante décadas, los científicos han investigado casi exclusivamente el comportamiento de las células ciliadas como indicadores de la pérdida de audición. Ahora, un estudio publicado por la Sociedad Americana de Acústica ha descubierto que existe también una “pérdida de audición oculta”, aportando un nuevo enfoque para proteger la audición.

Las ondas sonoras viajan a través del oído medio a la cóclea situada en el oído interno, donde se estimulan las células ciliadas. El órgano de Corti, dentro de la cóclea, transforma entonces el movimiento físico de las células ciliadas en impulsos eléctricos que llegan al cerebro. Es en esta parte del proceso donde residen los nuevos hallazgos.

Daño de los nervios auditivos


Los auriculares de botón generan ondas sonoras dañinas de gran intensidad directamente en la cóclea, incluso a volúmenes moderados. Hasta la fecha, no existe un tratamiento para reparar los daños de los nervios cocleares, por tanto, los investigadores recomiendan encarecidamente precaución en su uso.

Las fibras nerviosas no se pueden conectar de nuevo”, explica Charles Liberman, director del Laboratorio Eaton Peaboy y jefe del estudio. “Dejan de reaccionar ante los sonidos, y al cabo de unos meses o años, el resto de la neurona desaparece”.
Regla de oro 60 x 60


P Los auriculares de botón generan ondas sonoras dañinas de gran intensidad directamente en la cóclea, incluso a volúmenes moderados. Hasta la fecha, no existe un tratamiento para reparar los daños de los nervios cocleares, por tanto, los investigadores recomiendan encarecidamente precaución en su uso.

Las fibras nerviosas no se pueden conectar de nuevo”, explica Charles Liberman, director del Laboratorio Eaton Peaboy y jefe del estudio. “Dejan de reaccionar ante los sonidos, y al cabo de unos meses o años, el resto de la neurona desaparece”.
Regla de oro 60 x 60

Para reducir el riesgo de padecer una discapacidad auditiva, se recomienda utilizar cascos en lugar de auriculares de botón.



Estos proporcionan un sonido más natural y atenúan la entrada directa del sonido al oído interno. Asimismo, los expertos sugieren no olvidar la regla de oro 60 por 60: no subir el volumen más de un 60 por ciento ni escucharlo durante más de 60 minutos.

Fuente: hear-it.org

jueves, 25 de octubre de 2018

¿Por qué los adultos jóvenes pierden la audición?


¿Por qué los adultos jóvenes pierden la audición?



En los últimos años hubo un aumento considerable de pérdida de audición en personas entre 18 a 40 años. Se estima que aproximadamente 1 de cada 5 adolescentes hoy tienen algún tipo de pérdida auditiva. Un crecimiento desconcertante de casi un 30% si se compara a los años 90. La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que 1,1 mil millones de personas entre 12 y 35 años están en riesgo de desarrollar pérdida auditiva.


Pero después de todo, ¿por qué está sucediendo?

Las investigaciones realizadas en todo el mundo estiman que ese cuadro se está formando debido al uso excesivo de auriculares que están perpetuamente en la cabeza de numerosos jóvenes de hoy.

A pesar de todas las advertencias sobre los riesgos de escuchar música alta, como ya hablado aquí en nuestro blog, los auriculares no están solos contribuyendo a la pérdida de audición de jóvenes adultos.

El ruido excesivo presente en shows, baladas, bares y restaurante (un hábito común de esa edad) demanda una alta exposición al ruido y puede causar daños irreversibles en la audición. No importa la situación, la exposición excesiva a la música alta por períodos prolongados ciertamente cobra su precio, llevando al impresionante número de adolescentes y jóvenes adultos que ya presentan signos de pérdida auditiva.

La obesidad es otro factor contribuyente para la pérdida auditiva entre los jóvenes adultos, y un estudio de la Universidad de Columbia encontró una conexión entre los dos adultos. La pérdida auditiva fue encontrada en el 15,16% de los adolescentes obesos, en comparación con sólo el 7,89% de sus pares no obesos.

La clave es limitar las situaciones en las que la audición está comprometida. Una buena estrategia es la regla de los 60/60: cuando escucha música a través de auriculares, mantenga el volumen en un 60% de su volumen máximo, por sólo 60 minutos al día. Otras estrategias incluyen protección auditiva cuando en shows y otros ambientes ruidosos realizando el uso de audífonos y tapones de oído.
Mientras tanto, la conexión entre la pérdida auditiva y la obesidad sugiere que mantener un estilo de vida saludable en general puede ayudar a proteger su salud auditiva. Por supuesto, cualquier estrategia de prevención debe incluir pruebas auditivas regulares. Un Audiólogo o fonoaudiólogo puede diagnosticar la gravedad de cualquier pérdida auditiva y recomendar el tipo correcto de audífonos u otras opciones de tratamiento. En cualquier caso, como la pérdida auditiva sigue afectando a la generación más joven, ahora es el momento de actuar para proteger su propia audición.

Fuente:listenhere.com.br



miércoles, 17 de octubre de 2018

El síndrome tensional y su relación con el acúfeno


El síndrome tensional y su relación con el acúfeno






El síntoma más característico y molesto es sin duda el zumbido en los oídos. El paciente lo suele describir como si se le taponara el oído y comienza un pitido que no cesa, pudiendo cambiar de intensidad de volumen. Es el más molesto porque limita la concentración e incluso el descanso, llegando a ser desesperante y agotador.


Detrás de este zumbido se encuentran también otros síntomas como dolor de cuello o de cabeza. El paciente describe un fuerte dolor en la nuca, que generalmente está producido por una o varias contracturas, además de sentir "crujir" los huesos del cuello.

El dolor de cabeza o cefalea, es uno de los síntomas más preocupantes además del zumbido. Generalmente el dolor es frecuente, en algunos casos todos los días o varias veces a la semana. Este dolor está producido por un Bloqueo de la primera vértebra, el "Atlas".

Este bloqueo ejerce una compresión del nervio suboccipital de Arnold, que emerge de entre la primera vértebra cervical y el occipital y luego recorre la cabeza de atrás hacia adelante, llegando a la frente. Al comprimir el nervio produce un dolor neurálgico en la frente. El dolor en la nuca o cuello, puede estar producido por una o varias contracturas, debido a la tensión prolongada y repetitiva.

Si el paciente sufre de dolor de cabeza continuo, dolor de cuello y el "crujir" de los huesos de la nuca, junto con un zumbido en los oídos, es que estamos ante un Síndrome Tensional. Otros síntomas que debemos tener en cuenta, que nos indican ya un estado avanzado de la afección, son las parestesias, los vértigos y los mareos.

Las parestesias u Hormigueos:

En este caso, se producen en las manos, estando habitualmente en la cama. Algunos pacientes se despiertan con la sensación de no sentir sus extremidades, tienen que cambiar de postura y esperar durante unos minutos hasta que se les pase el hormigueo para poder seguir durmiendo. También en muchas ocasiones, se les Hormiguea las manos y los dedos a lo largo del día.

Los mareos:

Los pacientes los definen de forma poco clara, no es como los vértigos, que son como una sensación rotatoria, sino más bien como una sensación de inestabilidad, de pesadez, de caminar sobre algodones.

Los Vértigos:

En casos en los que la afección está muy avanzada, ocupan el papel principal del Síndrome. Sensación rotatoria, como si nuestra cabeza girase sin parar y sin poder controlarlo, llegando incluso a veces al desmayo. Estos vértigos, suelen producirse después de una semana de mareos, dolor de cabeza y cuello, zumbidos etc.

Causas:

Antes de diagnosticar el Síndrome, debemos de descartar otras posibles patologías, como sinusitis, tumor cerebral, patologías relacionadas con el oído etc. Debe siempre acudir a su médico y comentarle los síntomas que padece, para que este pueda valorar, realizar un estudio y así diagnosticar el problema.


Colchón de muelles:

Si recientemente el paciente ha estado durmiendo en un colchón de muelles, es posible que esa sea la causa. Este tipo de colchón tiene como característica empujar las partes más livianas del cuerpo hacia arriba. Generalmente los pacientes sienten dolor en la zona intermedia de la espalda y cuello al despertar, que a los pocos minutos va cesando.

Aunque el dolor cese en unos minutos, todo esto, día tras día, va generando alteraciones ósteo-musculares, y a los 3 o 6 meses el Síndrome Tensional eclosiona y comienzan a aparecer los síntomas.

Colchón demasiado duro o de alta densidad:

Estos colchones de una densidad mayor a 18 cm, son demasiado duros y no se ablandan de forma uniforme, sino que se deforman con el tiempo, adoptando, en la mayoría de las ocasiones, la silueta de la persona. Al no poder moverse libremente a causa de este "molde" restrictivo, se van produciendo alteraciones ósteo-musculares como ocurre con el colchón de muelles.

Almohadas demasiado duras o altas:
Este tipo de almohadas, aparte de poder producir Síndrome Tensional, pueden causar contracturas cervicales por el mal posicionamiento del cuello. Al igual que los colchones como en las almohadas, los músculos masticatorios, la musculatura cervical, los hombros y la parte alta de la espalda, se contracturan.

Si los músculos masticatorios padecen de tensión prolongada, producen una disfunción de la articulación temporo-mandibular, que se puede detectar como un click cuando se abre y se cierra la boca y por dolor en la musculatura de la mandíbula. Si no se diagnostica y se corrige, puede producir a la larga Luxación de la mandíbula al bostezar (Dislocación) y fuertes dolores de oído.

Otras posibles causas:

La emocional:

Bien sabido es, que el estrés, puede alterar nuestro organismo de forma catastrófica y en todos los aspectos existentes. El estar en continúa tensión y en estado de alerta, nos puede producir contracturas en la zona cervical y dorsal de la espalda, y también en la mandíbula, produciéndonos con el tiempo el Síndrome Tensional. Otra de las causas emocionales, es el Reprimir emociones.

El reprimir emociones de forma consciente, hace que nuestro poderoso sub-consciente atrape el problema, y te lo transmita a través de cierta sintomatología. "Los órganos lloran las lágrimas, que los ojos se niegan a derramar" (Sir William Osler). El no saber, el no querer o no poder expresar estas emociones se llama No asertividad y genera una actividad anormal visceral, llamada Distonía Neurovegetativa.

Tratamiento:

Lo primero que debemos hacer es corregir lo más sencillo, es decir, cambiar de almohada o de colchón. No deben ser ni demasiado duros, ni demasiado blandos. Deben sostener las partes más pesadas del cuerpo sin ceder o deformarse.

Por otra parte en el momento de elegirlo debes pensar si duermes en pareja, pues al dormir necesitas comodidad, ya que rotarás más veces de las que piensas durante el sueño, por lo tanto al dormir en pareja deberás pensar en un tamaño grande, el ancho deberá ser de entre 1.50 y 1.60 cm.

La única manera de que puedas saber con certeza, que será el colchón adecuado para ti, es probarlo en la tienda. Pruébalo recostándote.

Estiramientos y deporte moderado.

Los estiramientos son importantes, mejoran la elasticidad del músculo y ayudan ante los acortamientos de estos por contracturas. También es importante los ejercicios de tonificación para fortalecer el músculo.

Calor en las zonas contracturadas

Darse una ducha de agua caliente relajará los músculos y ayudará a aliviar el dolor. También puede optarse por Mantas eléctricas, geles o cremas con efecto calor. Para la mandíbula, puede enjuagarse la boca con agua caliente durante unos minutos, y luego masajearse el músculo mastoides suavemente.

Masaje y desbloqueo articular

Es sin duda, una de las terapias más efectivas contra este tipo de afección ósteo-muscular. El masaje ayudará a eliminar las contracturas, o minimizar profundamente las molestias causadas por estas mismas. Mejorará la condición del músculo y le aportará nutrientes, gracias a que activa la circulación. Además ayudará a la eliminación de deshechos y toxinas, creadas por el mal funcionamiento del músculo.

Su finalidad es recuperar la movilidad de la articulación, eliminar la rigidez y el dolor producido y alinear correctamente la descolocación de las vertebras. Es sin duda una de las técnicas menos usadas, pero una de la más efectivas. No es recomendable en personas que padezcan alguna enfermedad relacionada con los huesos o articulaciones, como artrosis, osteoporosis etc.

Tampoco es recomendable desbloquear las articulaciones muy a menudo, máximo realizar dos veces por semana. El deporte y la relajación, dos partes esenciales para mejorar nuestra calidad de vida. El deporte y la relajación para este tipo de afecciones, es una parte importante, sobre todo para la rehabilitación y mejora de la calidad de vida.

No veáis el deporte como algo "que tiene que hacerse obligatoriamente" , sino una vía, un camino para cambiar de hábitos, con el fin de mejorar nuestra salud, tanto física, como mental. Los deportes recomendables son ejercicios en los que se combinan relajación y estiramientos, tales como El Yoga; Pilates; Tai-Chi y Chi-kung. Añadiremos también la ya bien conocida y recomendada por todos los médicos y terapeutas, la Natación.

La meditación como método de relajación es fantástica. Es algo que todos podemos hacer, a cualquier hora y en cualquier lugar. Solo tienes que sentarte o echarte en una posición cómoda, hacer respiraciones profundas y calmadas, y dejar que tus pensamientos se deslicen por tu mente, sin aferrarte a ninguno de ellos.
La meditación, no es dejar de pensar, eso es imposible, es simplemente una forma de desconectar y relajar la mente, sin prejuicios, sin sentimientos dañinos o destructivos, para que así las respuestas que tanto buscamos, lleguen a nosotros.

Ir al Psicólogo

La mayoría de las personas rehuyen de ir al Psicólogo, por prejuicios e ideas equivocadas hacia estos profesionales. El psicólogo tiene como objetivo ayudarte a aprender como enfrentar los problemas que puedan existir en tu vida. Nos ayudan a afrontar situaciones estresantes, como un nuevo trabajo, la pérdida de un familiar, una dura ruptura amorosa etcétera.

Se encargan de que consigas ver los problemas que te acechan de forma más simple y sencilla, te ayudan a reorganizar tus ideas y buscar una posible solución a tus preocupaciones. No hay nada que temer por ir al Psicólogo, es una forma de aceptar que necesitas ayuda, y eso no es malo o vergonzoso, todo lo contrario, es sinónimo de valentía, de que estas tomando por fin las riendas y quieres encontrar y hallar el cambio que tanto necesitas.


Conclusión:

Ir al médico de cabecera y descartar otras posibles patologías. Descubrir la raíz del problema (colchones y almohadas inadecuadas; estrés; emociones reprimidas; mala higiene postural; falta de ejercicio etc.) Atacar el problema. Conseguir el cambio. (Ir al fisioterapeuta o a un Masajista profesional; cambiar de colchón o almohada, realizar actividades deportivas, ir al psicólogo, encontrar un momento para uno mismo en el que poder relajarse,corregir las malas posturas etc.)




Fuente: infoacufenos.com


miércoles, 10 de octubre de 2018

Audiometría


Audiometría

La audiometría es una prueba que evalúa el funcionamiento del sistema auditivo, que permite determinar la capacidad de una persona para escuchar los sonidos y la fase del proceso de audición que está alterada.


La audiometría es una prueba que permite conocer la capacidad que tiene una persona de escuchar los sonidos. Evalúa así el correcto funcionamiento del sistema auditivo humano. Una correcta audición es un proceso que sigue estos pasos:

Recepción de los sonidos en el pabellón auricular u oreja, que nos ayuda a diferenciar desde dónde se emite un sonido.
Paso del sonido a través del conducto auditivo.
Choque del sonido en el tímpano, que le hace vibrar como si fuese un tambor.
Transmisión de la vibración por la cadena de huesecillos, que conectan el tímpano con la cóclea.
Conversión de las vibraciones a impulsos eléctricos nerviosos en la cóclea.
Interpretación de las señales neuronales en el cerebro.
Una audiometría no nos dirá exactamente qué fase del proceso de la audición no funciona correctamente, pero sí nos indica si la audición está alterada en la parte de la transmisión del sonido o vibraciones (sordera de transmisión) o en la parte más relacionada con el sistema nervioso (sordera neurosensorial), lo que ayuda mucho a decidir el tratamiento más efectivo.

Para realizar la prueba se utilizan sonidos modificados en su intensidad y tono. La intensidad es el volumen que tiene un sonido y se mide en decibelios; y el tono hace referencia a lo agudo o grave que se escucha un sonido y se mide en hertzios. Los sonidos que puede escuchar el ser humano tienen 20-150 dB (a partir de 85 dB se pueden dañar los oídos) y 20-20000 Hz.

Cuándo se hace una audiometría


Se recomienda realizar una audiometría a todas las personas en las que se sospeche una pérdida de audición, lógicamente. También hay etapas de la vida en las que, aunque no haya una sospecha clara de hipoacusia, se recomienda someterse a una audiometría para detectar una pérdida de audición a tiempo. Es conveniente realizar una audiometría en los siguientes casos:

Recién nacidos: a día de hoy entre las pruebas médicas a los recién nacidos se incluye un tipo especial de audiometría basada en los “potenciales evocados”; esto son reflejos que nos indican si un bebé oye o no sin necesidad de que tenga que decírnoslo él. Gracias a esta prueba ha disminuido notablemente el número de sordomudos de nacimiento en nuestra sociedad, porque se les puede implantar a tiempo una cóclea artificial.
Mayores de 65 años: aun sin sospecha de sordera, se recomienda realizar esta prueba a todos los mayores de 65 años para detectar a tiempo déficits de la audición. Si la prueba es normal, se recomienda repetirla cada 3-5 años.
Sospecha de sordera: cualquier persona a cualquier edad puede sufrir sordera temporal o permanente por diferentes motivos. La audiometría ayuda al diagnóstico de la hipoacusia y orienta hacia la causa de la misma.
Tras enfermedades de riesgo: la meningitis, sobre todo en niños, los traumas craneoencefálicos y las otitis extensas son las causas más habituales de sordera que se producen como secuela de enfermedades o accidentes. Se recomienda vigilar la audición en todos estos casos.
Otros: la toma de medicamentos que dañan el oído (gentamicina, por ejemplo), o la ruptura del tímpano (por usar bastoncillos de limpieza o tras un ruido muy fuerte), son también frecuentes causas de hipoacusia, y el paciente se puede beneficiar de una audiometría.

Fuente: www.webconsultas.com


jueves, 4 de octubre de 2018

Beso en la oreja puede provocar acúfeno permanente


Beso en la oreja puede provocar acúfeno permanente





“Un beso en la oreja, de esos que hacen tanta gracia, puede provocar un acúfeno”Así lo advierte el Dr. Martínez-Monche, impulsor de un tratamiento con radiofrecuencias para los molestos "pitidos"auditivos que sufren los pacientes.

Que en la Edad Media un individuo alegara notar pitidos en el oído y acto seguido buscara ratones inexistentes por su habitación al creer que los roedores son el origen de los pitidos probablemente hubiera sido motivo suficiente para ser enviado a la hoguera bajo la acusación de estar endemoniado o de practicar insólitos actos de brujería.
  
Por suerte, hoy en día la ciencia ha logrado explicar esa clase de comportamientos y se sabe que quien padece tales molestias auditivas es un enfermo de acúfenos, un trastorno que llega a ser desesperante. El hipotético caso de la Edad Media es un caso real de la actualidad, aunque sin hoguera, claro: se trata de una persona con acúfenos que buscaba desesperadamente, y sin éxito, ratones en su habitación creyendo que los animales eran los responsables de los ruidos que su oído percibía.

En otro caso real de la actualidad, un paciente se mudó de domicilio al confundir los pitidos en su oído con insistentes interferencias generadas desde el exterior. De acúfenos sabe, y mucho, el doctor Gonzalo Martínez-Monche, fundador y director del Centro Terapéutico de Acúfenos Ototech (Barcelona), quien advierte muy seriamente sobre los riesgos asociados a determinadas muestras de cariño:

Un solo beso de esos "sonoritos" en la oreja, de esos que hacen tanta gracia, puede provocar un acúfeno”.

Ya lo saben, los besos, alejados de las orejas.

Los acúfenos (o tinnitus) son un síntoma que denota una mala función del oído y que, cuando son muy intensos pueden alterar mucho la vida del individuo que los padece, tanto la suya como la de sus familias”, asegura Martínez-Monche.
  
El acúfeno se manifiesta porque se registra una disfunción en la cóclea, que es el órgano que transforma el estímulo acústico, el sonido, en electricidad. Cuando la cóclea funciona defectuosamente puede causar un déficit auditivo (una hipoacusia) y también puede generar sonidos sin que se haya recibido ningún estímulo externo.

Los acúfenos pueden llegar a ser insoportables: “Hay mucha gente que se desespera hasta niveles dramáticos”, comenta el especialista.

“El oído es un órgano neurosensorial ultrasensible”

Según Martínez-Monche, “dado que los acúfenos denotan una mala función del oído interno,
¿qué tenemos que hacer?
Cuidar el oído interno.
¿Cómo?
Evitando la exposición a sonidos intensos (música, cascos del tipo auriculares); evitar la exposición a cambios violentos de presión (bucear cuando uno está resfriado o tirarse en paracaídas cuando uno está resfriado); evitar ciertos fármacos como la aspirina, indometacina, algunos fármacos antimaláricos, algunos antibióticos… y evitar prácticas que de vez en cuando suceden de forma accidental, como recibir un beso en el oído”.

De hecho, “cosas tan tontas como el típico beso que se recibe en la oreja, te puede dejar un acúfeno de por vida”, advierte el doctor, quien precisa que no hace falta que haya una acumulación repetida de besos para que se genere dicho trastorno auditivo. “Hay que tener en cuenta, señala el experto, que el oído es un órgano neurosensorial ultrasensible y que, aunque nosotros no lo veamos, está muy expuesto al exterior.

Cualquier agresión que pueda padecer la sufre muy en primera persona”. Una seria advertencia teniendo en cuenta que, todos o casi todos, hemos recibido alguna vez un beso en la oreja.